La masculinidad no tiene limites

Me dijeron que los hombres hacen trabajo de hormiga: todo de a poquito, con pequeñeces. Lo malo es que ese modo de trabajo lo usan para herir. 
Hubiese sido mas facil si en vez de hormiga hubieses sido un elefante (despistado y grande, imposible de pasar desapercibidas). Me hubieses ahorrado MUCHISIMO tiempo. En fin, acepto que el tiempo perdido fue experiencia ganada; y pensar que estuve a dos segundos de bajar los brazos, a dos segundos de dejar de estar tan a la defensiva con el sexo masculino. Menos mal que nunca llegue a tirar la armadura, estoy lista para salir otra vez a luchar... a luchar por el amor... o como prefiero llamarlo: pasatiempo.

Quisiera ser oso hormiguero para comer hormigas