Dar por aludido que me vas a contestar con la
verdad, es aludir que te importo, aludir que te importo es dar por hecho que me
querés. ¿Entonces por que tanto miedo tengo a que no me quieras si estoy
convencida de que me vas a decir la verdad?
Si todo lo que nos impulsa no va mas allá de
la verdad que desmentirás ¿Qué es? ¿Qué quiere? ¿Qué queremos ser? Ya no se si
todo se resume a un intercambio de papeles o en realidad es en su totalidad una
mezcolanza de escenas, una fulmine revuelta de idas y vueltas o un interminable
tire y afloje. Ya no se porque vos no me dejas saberlo, porque vos no me das
paso a falsas interpretaciones siquiera. Justamente porque no me dejas no lo
se; no me dejás, no me soltás, no me despedís- no me despedís como se despiden
dos personas que se dejan una a la otra-. Siempre, lo notemos o no, estamos
tomados aunque sea mínimamente de un hilo. Nos sostenemos y no nos dejamos
caer. Ni queremos caer, ni queremos que el otro caiga en el olvido. No nos
queremos olvidar. No queremos dejar de sentir. Exactamente no queremos pero nos
queremos- O te quiero-. ¿Y si quiero? ¿Y si en el fondo se que no te quiero? ¿Y
si en realidad te quiero por que en el fondo se que no me querés? ¿Y si vos me
queres por que crees que no te quiero? Y si pasan todas esas cosas ¿que hacemos
estando uno sobre otro? ¿Qué hacemos abrazándonos, besándonos, acariciándonos,
acompañándonos? Me lo pregunto y me lo contesto; me lo contesto con falsas
interpretaciones que vos no me dejas crear, pero te olvidaste que como vos vas
mas allá de lo que te permito (entras en mi cabeza todo el tiempo) yo también me tome el atrevimiento, y si no me
crees releé esto y fíjate si no hay falsas interpretaciones. (Tal vez así me
termines contestando con la verdad sin siquiera quererlo)
No hay comentarios:
Publicar un comentario