Las fotos que me remontan al pasado, que me incitan a comparar, a sacar lo mejor y lo peor de cada etapa. Porque nuestros rostros ya no son los mismos, van adquiriendo experiencia-por no llamarle arrugas-, porque nuestras sonrisas van arrastrando cada vez mas dolor y nuestros gestos cada vez se resignan mas ante la desconfianza. Nos controlamos mas, ya no somos aquellos niños que gritaban y se tiraban al piso los unos a los otros; ahora tenemos precaucion, evitamos ensuciarnos asi sea por diversion. Logramos entender que no somos inmunes a nada: ni al sufrimiento, ni al amor, ni al egoismo... Las cosas pasan, duelen o se disfrutan, todo depende de que tan precavidos fuimos (o eso es lo que creemos al menos), pero en realidad, por mas precavidos que hayamos sido pueden doler igual, en lo unico que difiere el dolor es en el tiempo que perdura.
Y pensar que todo este pensamiento que me hunde en arrepentimientos o me regozija en la autosatisfaccion remite de una simple foto... peo aun asi nunca voy a dejar de verlas una y otra y otra vez...
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